
El regreso a clases es un buen reinicio para las rutinas saludables después de disfrutar un verano ajetreado.
Pero la vuelta al colegio también puede traer consigo un torbellino de planificación, cambios en los horarios de sueño y altibajos emocionales, tanto para los niños y las niñas, como para las madres y los padres.
Ya sea que esté enviando a su hijo a su primer día de kínder o que su hijo adolescente esté recorriendo los pasillos de la preparatoria por primera vez, la vuelta al colegio puede generar emoción, ansiedad y todo lo demás.
Para ayudar a las familias a afrontar estas semanas tan ajetreadas, consultamos a dos expertos médicos que comparten consejos prácticos para apoyar la salud física y mental.
La Dra. Dana Fitzgerald es pediatra y parte del equipo de profesionales de la salud de UCHealth Yampa Valley Medical Center en Steamboat Springs. Brooke Packard es asistente médico del Yampa Valley Medical Center que también apoya la clínica de salud para empleados del Distrito Escolar de Steamboat Springs.
Priorice su salud física
La transición del verano al otoño es una época del año muy ajetreada, ya que los padres planean visitas médicas y se ocupan de los exámenes físicos deportivos.
También es un buen momento para priorizar desayunos y almuerzos saludables y asegurarse de que sus hijos duerman lo suficiente, ajustando la hora de dormir de finales de verano a las mañanas escolares que inician temprano.
Fitzgerald y Packard ofrecen consejos para la vuelta al colegio, recomendaciones que favorecen la salud de los niños, el bienestar de los padres y un año escolar saludable y exitoso. Aquí tienen sus ideas para ayudarles a empezar el año escolar con buen pie.
Planifique con anticipación las citas de control y los exámenes físicos deportivos
Una visita de control es el chequeo médico anual de su hijo con su pediatra o médico de familia. Estas visitas son vitales para que pueda estar al día con las vacunas recomendadas, dar seguimiento a su crecimiento y abordar cualquier inquietud sobre su salud física y desarrollo.
Aproveche al máximo su visita de control pediátrico:
- Anote con antelación cualquier cosa que haya notado sobre la salud y el desarrollo de su hijo, incluyendo cambios en el comportamiento o las rutinas.
- Lleve una lista de preguntas para su médico y priorice las más importantes.
- Imprima los formularios que requieren la firma del profesional de la salud.
- Recopile cualquier información que pueda ser útil para el médico de su hijo, como su Programa de Educación Individualizado (IEP), si lo tiene.
Estas visitas también son vitales para asegurarse de que sus hijos estén al día con sus vacunas. Su médico puede explicarle qué vacunas necesita su hijo, según su edad y antecedentes médicos.
Una visita de chequeo general de la salud generalmente también incluye un examen de la vista y un examen físico deportivo.
”Es importante realizar una verificación del estado general de la salud, un análisis realmente exhaustivo y obtener un examen físico deportivo, todo ello es de mucha ayuda”, dijo Fitzgerald.
Si su hijo ha tenido un control de salud durante el último año y necesita que los formularios deportivos contengan firmas actualizadas, comuníquese con el consultorio de su médico para solicitar las firmas en los formularios con las fechas requeridas.
Promueva el lavado de manos y otros hábitos saludables
“El regreso a clases implica una exposición cercana a otros niños en aulas concurridas, eventos deportivos y otras actividades extracurriculares”, dijo Packard. “Esto facilita la propagación de gérmenes, lo que puede llevar a que los niños lleven el virus a sus familias”.
Pero la transición de la diversión al aire libre a las clases en espacios interiores no tiene por qué significar que la tos, los resfriados y los casos de gripe tengan que formar parte del nuevo año escolar. Tener las vacunas al día puede ayudar. También es importante promover el hábito de lavado de manos.
“Algo tan fácil y sencillo como lavarse las manos no puede subestimarse, ya que es vital mantener una buena salud”, dijo Packard. “Es una de las principales medidas de higiene básica”.
Adultos y niños de todas las edades deben practicar buenas técnicas de lavado de manos, incluyendo frotarse entre los dedos y durante un tiempo prolongado, por ejemplo, el tiempo suficiente para cantar la primera estrofa de “Feliz Cumpleaños”, dijo Packard. Es especialmente importante lavarse las manos después de ir al baño y sonarse la nariz, que son dos formas comunes de propagación de gérmenes.
“Recuerde a los niños que deben lavarse las manos antes de comer y que estornuden en el codo y no en las manos. Ese tipo de hábitos son útiles”, dijo Fitzgerald.

Si un niño se enferma, es mejor que se quede en casa
Aunque puede ser tentador enviar a los niños a la escuela cuando no se sienten bien debido a las apretadas agendas de los padres, Packard lo desaconseja. Si su hijo no se siente bien, no solo no tendrá un buen día en la escuela, sino que también es probable que transmita el virus a sus compañeros y profesores.
“Manténgalos en casa y espere hasta que se sientan mejor antes de permitirles regresar a clases”, dijo Packard.
Si su hijo trae a casa insectos no deseados, aquí le ofrecemos algunos consejos:
- Limpie las áreas de alto contacto en la cocina y el baño con un limpiador a base de lejía.
- Cambie las toallas de baño y de cocina, y las sábanas.
- Ventile su casa con aire fresco.
- Tenga a mano antipiréticos y un humidificador para ayudar a aliviar los síntomas.
- Si se trata de gastroenteritis viral, pruebe la dieta BRAT, siempre confiable, cuando su hijo esté listo para volver a comer. BRAT significa plátano, arroz, puré de manzana y tostadas. Estos son alimentos suaves y fáciles de digerir para comenzar después de una gastroenteritis viral.
- Si las bacterias no deseadas no están dentro del cuerpo, consulte esta información útil, el artículo Todo sobre los insectos: Cómo mantener a su familia sana, aquí le mostramos cómo detectar, tratar y prevenir las bacterias que pican, excavan e infestan nuestros hogares y cuerpos.
Seleccione la mochila adecuada para evitar tensiones
“Si un niño se queja de dolor de espalda, las mochilas son una de las primeras cosas que consideramos”, dijo Fitzgerald. “Los niños deben usar una mochila que se ajuste bien y usar ambas correas para ayudar a prevenir dolores y molestias”.
Consejos para elegir mochilas que eviten el dolor y la tensión:
- Las mochilas deben tener correas anchas y acolchadas para los hombros y una espalda acolchada.
- Coloque los artículos más pesados cerca del centro de la espalda de su hijo.
- Una mochila llena no debe pesar más del 10 al 20 % del peso corporal de su hijo. Por lo tanto, un estudiante de sexto grado que pesa 95 libras, no debe tener una mochila que pese más de 9.5 libras a 19 libras.
- Recuérdele a su hijo que use ambas correas para los hombros para evitar tensión innecesaria.
- Ajuste las correas de modo que la parte inferior de la mochila llegue a la cintura de su hijo.
- Considere una mochila con ruedas si su estudiante tiene que llevar cargas más pesadas de útiles escolares y libros.
Rutinas de sueño sólidas
“Cuando se trata del bienestar emocional, es importante tener presente la importancia del sueño, los consejos para dormir mejor“, dijo Fitzgerald. “Los horarios de sueño se desorganizan mucho en verano, y eso está bien, pero recomiendo a los padres que adopten un horario de sueño escolar dos o tres semanas antes de que empiecen las clases”.
Puede que ya esté en ese periodo. Si es así, no se preocupes. Simplemente empiece a adaptarse a los nuevos horarios de sueño otoñal ahora.
Dormir lo suficiente es esencial para personas de todas las edades. Es especialmente importante para niños y adolescentes en crecimiento, afirmó Packard.
La mayoría de los niños necesitan un promedio de 10 horas de sueño por noche, lo cual puede ser difícil de priorizar, especialmente para los estudiantes de preparatoria, quienes están muy ocupados con compromisos académicos, deportivos y extracurriculares.
Para ayudar a crear rutinas de sueño sólidas, Fitzgerald sugiere:
- Desarrollar una rutina consistente para la hora de dormir
- Limitar el tiempo frente a la pantalla después de cenar y apagando los teléfonos y las computadoras dos horas antes de acostarse
- Tomar un baño o una ducha puede ayudar a los niños a relajarse
- Leer antes de dormir también relaja
“Es asombroso lo que la falta de sueño puede hacerle a la salud”, dijo Packard. “Dormir es fundamental, y en gran medida depende de lograr un patrón de sueño más profundo”.
Alimente el cerebro de los niños con comidas nutritivas
Una dieta equilibrada fortalece el sistema inmunitario, lo que facilita la lucha contra las infecciones, afirmó Packard. Una dieta equilibrada incluye la ingesta de desayunos saludables y el consumo de almuerzos saludables que incluyan frutas y vegetales, proteínas y carbohidratos.

“Intente comer todo tipo de frutas y verduras de todos los colores todos los días, ya que una dieta saludable es clave para mantener un sistema inmunitario sano”, dijo Packard.
Al preparar comidas y refrigerios, tenga en cuenta el azúcar. Beber una bebida de cola regular de 355 ml (12 onzas), que contiene 10 cucharaditas de azúcar, al día aumenta el riesgo de obesidad infantil en un 60 %. Opte por agua en lugar de refrescos o jugos y revise atentamente las etiquetas de los alimentos, ya que los alimentos preenvasados y procesados están llenos de azúcar y otros ingredientes poco saludables.
La hidratación adecuada es muy importante. Los niños necesitan entre tres y ocho vasos de agua al día, según su edad y nivel de actividad física. Packard sugiere darles un termo o una botella de agua para animarlos a beber suficiente del vital líquido a lo largo del día. Una botella de agua con diseños divertidos puede ser de ayuda.
Ella también recomienda que tomen vitamina D en todas las etapas de vida, y es muy importante el consumo de la misma en el invierno, cuando se pasa más tiempo en interiores.
“Si hay una vitamina que todos podemos tomar a lo largo de nuestra vida, es la D”, afirmó.
Apoyo emocional para el bienestar general
Centrarse en la salud emocional de su hijo es tan importante como garantizar su salud física. Fitzgerald y Packard ofrecen este consejo:
Hable abiertamente sobre las preocupaciones o tensiones relacionadas con la escuela
“Hable con su hijo antes de que empiece el curso escolar y pregúntele si tiene alguna preocupación importante”, dijo Fitzgerald. “Es bueno intentar hablar abiertamente de esos miedos con antelación”.
Conectar a su hijo con otro niño de la comunidad para que tenga un amigo con quien ir en autobús o caminar a la escuela puede ser muy útil. Si los niños dudan en ir a la escuela, que uno de sus padres los lleve puede facilitar la transición. Planifique con antelación para llegar temprano a la escuela. Eso reducirá el estrés.
Preste atención a las señales de ansiedad o depresión y aborde con los maestros los desafíos emocionales.
Hable abierta y honestamente con el maestro o el orientador escolar de su hijo. Una buena comunicación ayudará a su hijo a sentirse apoyado tanto en casa como en la escuela. Es fundamental asegurarse de que los maestros y los padres transmitan a sus hijos mensajes coherentes y de apoyo.
“Los maestros son excelentes para ayudar a los niños con cualquier problema, pero tener un aviso facilita la transición”, dijo Fitzgerald.
Dedicar tiempo en familia no solo ayuda al niño a sentirse apoyado, sino que también les brinda oportunidades para abrirse y compartir cualquier inquietud que puedan tener.
Una mente sana es tan importante como un cuerpo sano, y ambos deben coexistir en armonía, dijo Packard.
Recomienda mucho aire fresco, ejercicio y diversión con familiares y amigos. El tiempo compartido también brinda oportunidades para que los padres hablen con sus hijos sobre cualquier factor estresante o ansiedad que estén experimentando. Los padres pueden estar atentos a señales de depresión u otros problemas de salud mental.
“Dediquen tiempo en familia. Salgan a caminar, vayan al parque y cenen juntos”, dijo Packard. “Hagan preguntas y manténganse en contacto con sus hijos”.
Hable con su hijo sobre las amistades, el acoso y el comportamiento en las redes sociales
Los niños de todas las edades necesitan apoyo si enfrentan desafíos sociales. No dude en abordar temas como la amistad, la aceptación de los demás y cómo enfrentar el acoso, incluyendo el que puede ocurrir en redes sociales.
“Haga a sus hijos preguntas como, ‘¿Alguna vez has visto que eso sucede en el patio de recreo?’ o ‘¿Qué significa para ti el acoso escolar?’”, dijo Fitzgerald.
Para los niños mayores, es importante hablar sobre temas más amplios, como el uso y abuso de sustancias, especialmente vapear y cigarrillos electrónicos.
“Vapear y los cigarrillos electrónicos son terribles para la salud y terriblemente adictivos”, dijo Fitzgerald. “Cuanto más pueda abrir esas conversaciones, mejor”.
No se preocupe si no está seguro de qué decir. Simplemente siga hablando.
“No hay una única manera correcta de hablar con su hijo. Se trata más bien de sacar el tema de vez en cuando, cuando tenga la oportunidad”, dijo Fitzgerald. “Puede ser que un adolescente no tenga nada que decir las primeras 20 veces, y luego empiece a abrirse porque sabe que es un lugar seguro”.
Establecer hábitos de estudio productivos
En lugar de intercalar las tareas entre deportes y otras actividades, incorpore tiempo de estudio en la rutina diaria de su hijo. Y tenga cuidado de no programar demasiadas actividades extracurriculares.
Cómo fomentar buenos hábitos de estudio:
- Procure crear un ambiente de trabajo tranquilo y apague los televisores, teléfonos y otros dispositivos electrónicos. Distraen demasiado.
- Establezca un horario de estudio, ya sea justo después de la escuela o antes o después de la cena.
- Las rutinas predecibles ayudan a los estudiantes a administrar mejor su tiempo.
- Para los niños mayores que necesiten más de 30 minutos para hacer la tarea todas las noches, anímelos a tomar un descanso de cinco minutos cada 25 minutos.
- Anímelos a aprovechar este descanso para tomar un refrigerio rápido, sentarse afuera, estirarse o escuchar su canción favorita, antes de volver a su sesión de estudio.
- Divida las tareas de estudio más extensas en objetivos más pequeños y manejables para ayudar a su hijo a aumentar su confianza y mantener su motivación.
- Procure estar disponible para responder preguntas y ofrecer ayuda, mientras permite que su hijo se responsabilice de sus tareas.
Si ciertas asignaturas son difíciles, hable con el maestro de su hijo para obtener ideas sobre cómo ayudarlo y considere la posibilidad de contratar a un tutor. No se preocupe si su hijo necesita ayuda para recordar y organizar sus tareas. Un poco de supervisión adulta, junto con listas de verificación y cronómetros, puede facilitar la tarea, según expertos de la Academia Americana de Pediatría.