Desde el COVID prolongado hasta el cáncer de mama, cómo este querido médico de atención primaria está lidiando con difíciles desafíos de salud

La Dra. Kalindi Batra ha disfrutado de aventuras a lo largo de su vida. Ahora, está confiando en la resiliencia que ha aprendido a lo largo de los años para enfrentar el reto más difícil de su vida.
Dec. 30, 2024
La natación ha sido una forma de escape curativa para la Dra. Kalindi Batra mientras enfrenta los difíciles tratamientos para el cáncer de mama triple negativo. La nativa de Alaska y amante de la aventura trata de nadar tan a menudo como puede, a pesar de los intensos efectos secundarios de la quimioterapia. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.
La natación ha sido una forma de escape curativa para la Dra. Kalindi Batra mientras enfrenta los difíciles tratamientos para el cáncer de mama triple negativo. La nativa de Alaska y amante de la aventura trata de nadar tan a menudo como puede, a pesar de los intensos efectos secundarios de la quimioterapia. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.

La doctora sufrió un caso tan grave de COVID-19 en los primeros días de la pandemia que compartió sus últimas voluntades con su esposo.

“Hubo noches en las que sentía que no despertaría. Mis niveles de oxígeno caían a los 70”, recordó la Dra. Kalindi Batra, quien sabía que su saturación de oxígeno debía volver a los 90 para poder sobrevivir.

Se aisló en su habitación para proteger a su esposo y a sus dos hijos del temido virus.

“Escribí mis 5 deseos y me preparé para lo peor”, recordó Batra.

En marzo de 2020, cuando Batra contrajo uno de los primeros casos conocidos de COVID-19 entre médicos en Colorado, tuvo que ir a otro lado de la ciudad para hacerse la prueba y esperar varios días hasta recibir la confirmación de que, efectivamente, tenía COVID-19.

Por las noches, mientras luchaba por respirar, consultaba con su esposo, Percy Salizar-Escobar, con otros médicos y con su hermana gemela idéntica, Dutima Batra, quien también es doctora en medicina familiar y atiende a pacientes de obstetricia y ginecología en California.

Kalindi Batra se dio cuenta de que necesitaba oxígeno suplementario y durante los confinamientos, logró comprar un concentrador de oxígeno, un tratamiento que probablemente le salvó la vida.

No obstante, desarrolló un grave caso de COVID prolongado.

“Sigo con dificultad para respirar, tos crónica, tinnitus, niebla mental, dolores de cabeza y malestar. Pero he aprendido a manejarlo”.

Desde los primeros días de su enfermedad, Batra encontró consuelo, esperanza y alivio en el ejercicio, la meditación y pasar tiempo con su familia y amigos.

“Agarre mucho aire fresco. Caminé a pesar de que me faltaba tanto el aire que sonaba como un fumador”, recordó Batra.

Trayendo rayos de esperanza a los demás

La Dra. Kalindi Batra conoció a su esposo, Percy Salizar-Escobar, durante un viaje a Perú. Se casaron en Machu Picchu, y Batra lució el sari de boda de su madre. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.
La Dra. Kalindi Batra conoció a su esposo, Percy Salizar-Escobar, durante un viaje a Perú. Se casaron en Machu Picchu, y Batra lució el sari de boda de su madre. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.

A pesar de su sufrimiento, Batra se enfocó en ayudar a los demás. Su nombre, Kalindi, que significa “fuente del río” en sánscrito, refleja cómo se convirtió en un faro de esperanza para los demás. Continuó dirigiendo su clínica de atención primaria, UCHealth Sterling Ranch en Littleton, mientras atendía a sus hijos y manejaba el aprendizaje remoto. Más tarde, se dedicó a cuidar a su padre en su hogar en Littleton mientras él enfrentaba el Parkinson en su etapa avanzada.

Batra y su esposo habían pasado por mucho y esperaban con ansias descansar y celebrar los grandes logros importantes del 2024. Su hija se graduaba de la escuela secundaria. Batra estaba ansiosa por unirse a su hermana gemela en uno de sus ambiciosos viajes anuales de senderismo. Todo parecía estar bien.

Luego, en abril, aparentemente de la nada, apareció un gran bulto en el seno derecho de Batra.

Su mente de médica y su gemela le insistieron en que se debía revisar el bulto de inmediato. Era lo que habría aconsejado a cualquiera de sus pacientes. Sin embargo, como ser humano, no podía enfrentar otra crisis de inmediato. Así que antes de concentrarse en el bulto, Batra decidió ocuparse de sus prioridades más urgentes: celebrar la graduación de su hija Quilla, organizar una reunión familiar, coordinar el traslado de su padre a la casa de su hermano y por supuesto, seguir atendiendo a sus pacientes.

Finalmente, a principios de agosto, logró hacerse una mamografía.

Los resultados fueron malos, pero la situación se complicó aún más cuando recibió los resultados de la biopsia.

Tenía cáncer de mama triple negativo, un tipo agresivo y de rápido crecimiento que representa entre el 10% y el 15% de los casos de cáncer de mama y no responde a los tratamientos convencionales.

Hasta ahora, parece que el cáncer no se ha extendido.

“Me han dicho que estoy en la etapa 2B. Hay algunas lesiones en las costillas y el esternón, pero los médicos creen que no ha metastatizado”, comentó Batra.

Sin embargo, ha sido un gran golpe para alguien que siempre ha gozado de buena salud recibir este diagnóstico. No hay antecedentes familiares de cáncer de mama.

“Amamanté a mis dos hijos durante años y no tengo factores de riesgo importantes. Creo que el SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19) pudo haber desencadenado este cáncer”, expresó Batra.

Durante su boda en Machu Picchu, la Dra. Kalindi Batra y Percy Salizar-Escobar reciben bendiciones de los ancestros de Salizar-Escobar con la ayuda de un sacerdote andino. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.
Durante su boda en Machu Picchu, la Dra. Kalindi Batra y Percy Salizar-Escobar reciben bendiciones de los ancestros de Salizar-Escobar con la ayuda de un sacerdote andino. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.

“Clínicamente, hemos observado un aumento de casos de cáncer durante la pandemia”.

“Actualmente, los científicos están investigando cómo la proteína M del virus COVID-19 provoca una respuesta inmune compleja que conduce a la proliferación de cáncer de mama triple negativo, una forma agresiva”, explicó.

A medida que Batra reflexiona sobre las razones de su diagnóstico, se concentra en enfrentarlo.

“Es un diagnóstico muy grave”, dijo Batra, de 50 años. “La realidad es que no sabemos cómo terminará esto”.

“Me estoy enfocando en historias de supervivencia, como el libro ‘438 días: Una historia extraordinaria de supervivencia en el mar’. El mensaje principal es creer que vas a sobrevivir y, lo más importante, prosperar”.

Hasta ahora, los tratamientos han sido sumamente difíciles.

“Al ser triple negativo, tenemos que recurrir al tratamiento tradicional, ya que las opciones son más limitadas. La quimioterapia básicamente destruye células sanas para poder eliminar el cáncer”, explicó Batra.

“Estoy tratando de enfrentar esto con muchas técnicas que combinan la mente y el cuerpo”, agregó.

Además, ha decidido ser abierta sobre su recorrido con el cáncer.

“Sentí la necesidad de compartir esta historia con otros. No sé por qué, pero siento que es algo que debo hacer”, comentó Batra.

“Quiero ser vulnerable. Tal vez esto pueda ayudar a otras personas. El mundo del cáncer es realmente complejo”.

Mientras Batra enfrenta este desafiante e indeseado camino, intenta enfocarse en la belleza y las bendiciones que aún encuentra.

“La vida no está garantizada”, expresó Batra. “No importa cuál sea el desenlace, me siento profundamente agradecida. Mis 50 años en este mundo han sido maravillosos. Soy de esas personas que vive cada día al máximo”.

Además, está intentando aprender lo que significa estar del otro lado, como paciente, en lugar de ser la doctora.

“Tengo miedo, pero me siento afortunada por esta oportunidad de convertirme en una mejor doctora, mamá, esposa y ser humano”.

La Dra. Kalindi Batra decidió compartir públicamente sus luchas de salud con el COVID prolongado y el cáncer de mama triple negativo con la esperanza de que otros se inspiren al conocer su experiencia. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.
La Dra. Kalindi Batra decidió compartir públicamente sus luchas de salud con el COVID prolongado y el cáncer de mama triple negativo con la esperanza de que otros se inspiren al conocer su experiencia. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.

Una infancia llena de viajes, una vida dedicada a los demás

Batra es una persona decidida y fuerte, pero también transmite calidez y empatía, la combinación ideal para una doctora de atención primaria muy querida.

Creció como una niña intrépida, hija de inmigrantes, en Alaska. Su madre era canadiense y su padre, era de la India. La familia se conectaba profundamente con la belleza salvaje de su entorno natural.

“Vivíamos en las montañas de la cordillera Chugach, a unos 45 minutos de Anchorage. Era un lugar impresionante. Me encantan las montañas y el agua”.

Batra es una de cuatro hermanos. Junto con su gemela, tiene un hermano y una hermana mayores.

Cada año, la familia viajaba a la India para visitar a sus parientes, pero sus raíces se extienden por todo el mundo, hacia lugares distantes.

“Nuestra ascendencia no es exactamente de la India. Proviene de Pakistán, Punjab, África Oriental, Afganistán e Irán. Hubo mucha migración. Mi madre es francesa, irlandesa y escocesa. Soy una auténtica cebra”, comentó Batra con una sonrisa orgullosa.

Los viajes internacionales a una edad temprana inculcaron en Batra y sus hermanos un fuerte sentido de misión.

“Los tres optamos por la medicina debido a las experiencias que vivimos. Vimos a personas en circunstancias difíciles y nos dimos cuenta de que podíamos hacer algo para ayudar”, explicó.

Batra, su hermana gemela y su hermano son médicos de familia. Su otra hermana es artista y su madre fue profesora y consejera.

Toda la familia adoptó el espíritu pionero de Alaska.

“Mi papá es ingeniero. Fue el encargado de instalar las primeras líneas telefónicas de datos en la zona rural de Alaska. Solíamos acompañarlo en pequeños aviones Cessna para viajar a aldeas nativas por encima del Círculo Ártico”.

El perro de la familia era un cachorro rescatado que su papá encontró en una aldea indígena.

“Se decía que era mitad lobo, mitad husky. Nunca ladraba, pero aullaba a la luna”, comentó Batra.

La Dra. Kalindi Batra, a la izquierda, junto a su gemela idéntica, la Dra. Dutima Batra. Ambas son médicas de atención primaria y disfrutan de desafiantes excursiones de mochilero. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.
La Dra. Kalindi Batra, a la izquierda, junto a su gemela idéntica, la Dra. Dutima Batra. Ambas son médicas de atención primaria y disfrutan de desafiantes excursiones de mochilero. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.

‘Soy una guerrera’

Mientras Batra enfrenta los efectos secundarios de la quimioterapia, que incluyen agotamiento extremo, pérdida de cabello, dolor en las articulaciones, tinnitus persistente en ambos oídos, dolores de cabeza y hemorragias nasales frecuentes e impredecibles, se apoya en dos fuentes de fortaleza: su herencia genética y las lecciones aprendidas durante sus desafiantes expediciones en las montañas.

En primer lugar, su ADN.

Las personas de Afganistán son conocidas por su capacidad de sobrevivir en terrenos montañosos y difíciles, habiendo soportado numerosas invasiones, lo que las ha convertido en seres extremadamente resilientes.

Batra está adoptando esa mentalidad de supervivencia.

“Soy una guerrera”, afirma. “Los afganos son conocidos por su fortaleza, tanto hombres como mujeres y les aseguro que ‘el cáncer no me va a vencer.’ Se lo he dicho a todos. Estoy firmemente convencida de esto”.

Batra también está recurriendo a las profundas reservas de fuerza que ha aprendido a cultivar durante sus desafiantes expediciones de senderismo.

Fue en una de estas aventuras donde conoció a su futuro esposo.

Amor en los Andes

Cuando Batra estaba en la escuela de medicina, realizó su rotación final en una clínica remota en la Amazonía peruana, la Clínica Médica Yanamono.

Sus compañeros de clase que habían trabajado en la clínica antes que ella le dijeron que estuviera atenta a dos personas maravillosas: la bibliotecaria, Nancy y un guía de expediciones llamado Percy Salizar-Escobar.

Criado en un pequeño pueblo Inca en las montañas peruanas a 1,050 metros sobre el nivel del mar y hablante nativo del idioma indígena Quechua, Salizar-Escobar solía llevar a sus grupos de turistas a la clínica en la Amazonía para que pudieran apoyar el trabajo de los médicos allí.

Sin embargo, Batra nunca cruzó caminos con Percy en la clínica.

Tras finalizar su rotación, Batra se reunió con su hermana gemela para emprender la famosa caminata del Camino Inca hacia Machu Picchu. Antes de comenzar su aventura, Batra decidió intentar encontrar a Salizar-Escobar para pedirle algunos consejos. Las hermanas fueron a una agencia de viajes de lujo en Cusco en busca de él, pero allí no recibieron una atención cálida, ya que parecía que solo atendían a celebridades de alto perfil. Sin embargo, un empleado que escuchó su conversación decidió ayudarlas y las acompañó durante diez minutos para encontrarse con Salizar-Escobar.

Al principio, la relación entre Batra y Salizar-Escobar era puramente profesional. Él estaba ocupado organizando una expedición a las Islas Galápagos, pero se tomó el tiempo para conversar con las hermanas. No estaba muy impresionado con la excursión básica del Camino Inca que ellas habían contratado, por lo que les prestó algunos sacos de dormir de buena calidad, que resultaron ser fundamentales para su viaje.

El viaje hacia Machu Picchu fue desafiante pero espectacular.

“Es muy exigente. Hay muchas subidas, bajadas y bastante ganancia de altitud. Los senderos son estrechos y empinados, con muchas escaleras. Hay que tener mucho cuidado al caminar”, recordó Batra.

Sus tiendas de campaña se mojaban todas las noches, pero gracias a Salizar-Escobar, las hermanas se mantuvieron abrigadas en sus sacos de dormir.

Al final de la aventura, las hermanas Batra devolvieron el equipo prestado y Salizar-Escobar las invitó a cenar de manera inesperada.

“No nos dijeron que íbamos a conocer a toda la familia”, comentó Batra.

La Dra. Dutima Batra, a la izquierda, y la Dra. Kalindi Batra, a la derecha, son gemelas idénticas que disfrutan de las aventuras al aire libre. Estaban juntas en Perú cuando Kalindi conoció a su futuro esposo, quien guía expediciones en América del Sur. Las hermanas han logrado organizar tiempo para mochilear juntas, incluyendo esa vez en el 2022 cuando recorrieron el famoso Four Pass Loop en el área de Maroon Bells - Snowmass Wilderness, cerca de Aspen. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.
La Dra. Dutima Batra, a la izquierda, y la Dra. Kalindi Batra, a la derecha, son gemelas idénticas que disfrutan de las aventuras al aire libre. Estaban juntas en Perú cuando Kalindi conoció a su futuro esposo, quien guía expediciones en América del Sur. Las hermanas han logrado organizar tiempo para mochilear juntas, incluyendo esa vez en el 2022 cuando recorrieron el famoso Four Pass Loop en el área de Maroon Bells – Snowmass Wilderness, cerca de Aspen. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.

Salizar-Escobar, el menor de ocho hermanos, estaba organizando una gran reunión familiar la noche antes de la boda de su sobrina al día siguiente.

Las mujeres disfrutaron mucho de ese encuentro.

“Hubo danza y entretenimiento. Fue una noche maravillosa”.

Cuando Batra buscó la ayuda de Salizar-Escobar, no tenía en mente una relación romántica. Había escuchado que él estaba casado y tenía hijos y solo quería el consejo de un profesional que compartiera su pasión por las montañas. Sin embargo, descubrió que él estaba soltero y vivía con sus padres, ya que había estado demasiado ocupado manejando su negocio, Kay Pacha Excursions, para formar una familia.

Después de la fiesta, las hermanas tenían planeado un viaje a Bolivia para realizar una ruta montañosa desafiante: el Circuito Illampu de 7 días.

Lo invitaron a unirse a ellas.

“Ahí fue cuando comenzaron los problemas”, dijo Salizar-Escobar con una sonrisa, mientras apoyaba a su esposa durante un tratamiento de quimioterapia en el UCHealth Cancer Center en Highlands Ranch.

El viaje fue fabuloso y surgieron chispas entre ellos.

“Estábamos en la naturaleza. Compartimos una tienda de campaña y nos bañamos en el río”, comentó Batra.

Después de la aventura en Bolivia, Batra decidió posponer su regreso a los EE. UU. y, en su lugar, regresó a Perú con Salizar-Escobar.

“Mi mamá no podía creerlo”, dijo él. “Sus oraciones habían sido escuchadas”.

Una boda en Machu Picchu y lecciones de subidas empinadas

La pareja se conoció en 2003 y se casó dos años después en Machu Picchu.

Un grupo de 12 amigos y familiares, entre los que se encontraba el padre de Batra, hizo la caminata completa hasta el impresionante y sagrado sitio. Los trabajadores cuidaron al grupo de la boda con esmero, ofreciéndoles deliciosas comidas y tocando música cada noche del recorrido.

Ya en Machu Picchu, la pareja celebró una ceremonia sencilla pero significativa. La novia vistió el sari de boda de su madre, mientras que el novio dirigió un ritual en el que ofreció homenajes a sus ancestros y pidió bendiciones para el espíritu de las montañas.

Su historia de amor sigue siendo llena de admiración mutua y cariño.

Mientras Salizar-Escobar acompaña a su esposa en este proceso, se inspira en su herencia. Su madre era curandera y brindaba medicinas herbales, además de asistir en partos en su comunidad. De niño, solía acompañarla mientras ella cuidaba a los enfermos y ayudaba con los partos en casa en las remotas montañas de los Andes.

“Recuerdo verla caminar con su linterna”, comentó. “A cambio de su ayuda, las personas trabajaban en nuestra granja, ayudándonos con la cosecha del café y el cacao”.

La fiesta de bodas junto a los trabajadores que guiaron el viaje por el Camino Inca hasta Machu Picchu, uno de los lugares más impresionantes del mundo. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.
La fiesta de bodas junto a los trabajadores que guiaron el viaje por el Camino Inca hasta Machu Picchu, uno de los lugares más impresionantes del mundo. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.

Actualmente, Salizar-Escobar empieza cada mañana preparando un jugo verde lleno de nutrientes para su esposa, que incluye espinaca, kale, jengibre y chayote.

Aunque el cáncer le ha quitado el apetito a Batra y la quimioterapia hace que todo tenga un sabor metálico, ella toma con constancia la bebida que su esposo le prepara cada día.

En una reciente cita de quimioterapia, la pareja olvidó el cobertor favorito de Batra, por lo que Salizar-Escobar volvió rápidamente a casa para buscarlo.

“El es una persona increíblemente generosa y considerada”, expresó Batra.

Por su parte, Salizar-Escobar, de 56 años, destacó que su esposa es alguien extraordinaria.

“Ella no piensa en sí misma”, comentó Salizar-Escobar. “Sigue atendiendo pacientes y dándoles esperanza. Tengo que recordarle que se cuide y que siga las indicaciones de sus médicos”.

A pesar de venir de mundos muy distintos, ambos han demostrado ser increíblemente compatibles.

Como a él le gusta decir: “Ella es de Alaska y yo soy del cielo”.

El pequeño pueblo donde creció Salizar-Escobar se llama Quillabamba, que significa tierra de la luna en Quechua.

Su hija, Quilla, lleva el nombre de la palabra quechua para luna, mientras que su hijo, Inti, de 13 años, se llama así en honor al sol. “Son nuestros tesoros”.

Una expedición no deseada: ‘Tengo que seguir avanzando, un paso a la vez’

Hasta ahora, enfrentar el cáncer se asemeja mucho a escalar una montaña complicada, coinciden Batra y Salizar-Escobar.

Para superar trayectos exigentes, él siempre ha aconsejado a sus clientes avanzar a su propio ritmo y no apresurarse.

En altitudes elevadas, los escaladores corren el riesgo de enfermarse seriamente si intentan avanzar demasiado rápido sin permitir que su cuerpo se adapte a los niveles más bajos de oxígeno. Tienen mayores posibilidades de alcanzar la meta si mantienen un ritmo lento y constante, sin intentar igualar a quienes pueden ir más rápido.

Batra ha adoptado esta filosofía de “lento pero constante” mientras enfrenta los retos del COVID prolongado y el cáncer.

“Siempre he tenido dificultad para respirar. La altitud siempre ha sido un desafío para mí, y ahora lo es aún más. Tengo que avanzar a mi propio ritmo, y me gusta la palabra ‘adaptar’. Me he adaptado muchas veces”, comentó Batra.

El cáncer la ha llevado a una nueva y no deseada expedición.

“Es necesario estar realmente presente, concentrarte en cada paso y en lo que es importante. Es igual que una caminata: tengo que seguir poniendo un pie delante del otro”.

La Dra. Kalindi Batra, a la derecha, junto a su hermana gemela, la Dra. Dutima Batra, disfrazadas de estrellas de rock para Halloween. Dutima atiende a pacientes en California y planea pasar tanto tiempo como sea posible con Kalindi mientras atraviesa sus tratamientos contra el cáncer. Cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.
La Dra. Kalindi Batra, a la derecha, junto a su hermana gemela, la Dra. Dutima Batra, disfrazadas de estrellas de rock para Halloween. Dutima atiende a pacientes en California y planea pasar tanto tiempo como sea posible con Kalindi mientras atraviesa sus tratamientos contra el cáncer. Cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.

El cáncer de mama triple negativo requiere de un régimen de quimioterapia complicado.

Las pacientes con cáncer de mama triple negativo enfrentan algunos de los tratamientos más complejos y con mayores efectos secundarios.

“Es un tipo poco común y, por lo general, más agresivo”, señaló la Dra. Radhika Acharya, oncóloga de Batra en el Hospital UCHealth Highlands Ranch.

“Este cáncer no depende del estrógeno para crecer, por lo que no tenemos buenos objetivos para tratarlo”, explicó Acharya.

Por esta razón, el proceso de quimioterapia suele ser prolongado y exigente.

Afortunadamente, en los últimos años se han logrado avances importantes. Los especialistas han descubierto que combinar inmunoterapia con los medicamentos tradicionales de quimioterapia mejora los pronósticos para las pacientes con este tipo de cáncer.

“Eso se traduce en tasas más altas de cura”, dijo Acharya.

Sin embargo, la inmunoterapia añadida trae consigo su propio conjunto de efectos secundarios, que se suman a los ya difíciles efectos de la quimioterapia tradicional.

“Es un régimen que combina cuatro medicamentos de quimioterapia e inmunoterapia. Se sigue durante seis meses, luego se realiza una cirugía y, según los resultados quirúrgicos, decidimos cómo proceder”, explicó Acharya.

Los efectos secundarios son realmente desafiantes.

“Nada es gratis”, dijo Acharya. “Nos encanta la inmunoterapia, pero su gran desventaja es la forma en que puede sobreestimular el sistema inmunológico. Puede tener efectos peligrosos para la vida. El cuerpo puede atacarse a sí mismo, afectando el hígado y el colon, por lo que debemos estar atentos a eso”.

Ella y sus colegas observan de cerca cómo evoluciona el estado de los pacientes para prevenir efectos adversos.

“Los pacientes están bien protegidos y monitoreados. Nos enorgullece detectar cualquier problema a tiempo y estar al tanto del cuidado de nuestros pacientes”, explicó Acharya.

La Dra. Kalindi Batra, a la derecha, junto a su oncóloga, la Dra. Radhika Acharya. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.
La Dra. Kalindi Batra, a la derecha, junto a su oncóloga, la Dra. Radhika Acharya. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.

Sin embargo, no pueden evitar los efectos secundarios complicados.

La Dra. Acharya destacó que Batra es una persona extraordinaria que está enfrentando lo mejor posible un diagnóstico muy desafiante.

“Ella irradia una energía increíble. Es auténtica y abierta, lo que facilita brindarle una atención de calidad. No tiene miedo de compartir sus sentimientos o expresarnos cómo se siente. No pide disculpas por nada, y eso es algo muy refrescante”.

“La transparencia de un paciente permite conocerlo mejor, lo que nos permite personalizar su tratamiento y aumentar las probabilidades de éxito”.

“Ella lo hará bien gracias a su fuerte sistema de apoyo y su disposición para recibir información. Además, tiene excelentes ideas”, agregó Acharya.

Batra está aprovechando todos los recursos que ofrece el Centro de Cáncer de Highlands Ranch, como el apoyo psicológico para lidiar con su diagnóstico.

La Dra. Acharya también recomienda que los pacientes mantengan una actividad física regular durante el tratamiento de quimioterapia, siempre que sea posible.

“Ofrecemos todo tipo de consejos para mantenerse activa durante la quimioterapia. No recomendamos que la gente entrene para un maratón, pero caminar, practicar yoga y hacer entrenamiento de fuerza han demostrado reducir la fatiga relacionada con el tratamiento y la toxicidad de los medicamentos. El ejercicio también puede mejorar los resultados”, explicó la Dra. Acharya.

Batra sabe bien que la actividad física la ayuda en tiempos difíciles. Por eso, sigue el consejo de su doctora y, a pesar de la fatiga abrumadora, trata de ejercitarse tanto como sea posible.

Además del senderismo, a Batra le encanta nadar. Ha estado intentando hacer sesiones de una hora, nadando al menos una milla siempre que puede.

“El agua es muy terapéutica, muy sanadora. Encuentro paz en la piscina. Y también me ayuda a regular mi respiración y calmar mis nervios”, dijo Batra.

Gemelas idénticas: Inseparables de niñas, enfrentando desafíos como adultas

Junto con su equipo médico, el esposo de Batra, sus hijos y su familia están haciendo todo lo posible para apoyarla.

Su gemela, Dutima, planea pasar tanto tiempo como pueda en Colorado durante los tratamientos de Kalindi.

Las dos siempre han sido muy unidas, literalmente inseparables de niñas.

Tenían camas separadas, pero con frecuencia dormían acurrucadas la una con la otra, tal como lo hicieron en el útero.

Como adultas, han hecho un esfuerzo consciente para dedicar tiempo a realizar viajes especiales juntas cada año, al igual que sus desafiantes expediciones en Sudamérica.

En los últimos años, incluso mientras Kalindi lidiaba con el COVID prolongado, las hermanas realizaron un desafiante viaje de 60 millas con la expedición NOLS en las espeluznantes montañas de Wind River, en Wyoming.

También hicieron el famoso Four Pass Loop de Colorado, en el área salvaje de Maroon Bells-Snowmass.

“He tratado de animarla a salir de su zona de confort”, comentó Dutima sobre Kalindi.

“Nosotras intencionalmente reservamos tiempo para estar juntas. Apagamos los teléfonos y nos conectamos. Crecimos muy unidas. La gente nos describe como opuestas en muchos aspectos. Ella es más extrovertida, una persona realmente social. Yo soy más introvertida, pero compartimos muchos intereses similares”, dijo Dutima.

Ver a su gemela pasar por el COVID prolongado y el cáncer ha sido desgarrador para ella.

Dutima ha estado muy triste al ver a su hermana sufrir. Está haciendo todo lo posible para apoyarla, y han tenido algunos momentos divertidos de gemelas cuando parecían leer la mente de la otra.

Por ejemplo, una vez, poco después de que Kalindi se enterara de que tenía cáncer de mama triple negativo, las hermanas estaban charlando por teléfono cuando ambas se dieron cuenta de que habían tropezado con el mismo estudio que indicaba que el cáncer de mama era más común entre las personas que también habían lidiado con el COVID prolongado.

En los últimos años, los médicos han aprendido mucho más sobre las conexiones entre las enfermedades infecciosas y el cáncer.

“Hay muchos virus que son causantes de cáncer”, comentó Dutima.

A medida que los efectos del COVID-19 siguen teniendo repercusiones, es probable que los investigadores continúen documentando sus impactos.

Además de experimentar ocasionales momentos de “conexión mental” como gemelas, las hermanas a veces sienten el dolor de la otra.

Dutima tuvo suerte de escapar de un caso temprano de COVID-19 y hasta ahora, no ha tenido que enfrentarse al COVID prolongado como Kalindi. Dutima está completamente saludable, pero en ocasiones experimenta malestar sin explicación.

“A veces, aunque no estemos hablando de los efectos secundarios, me siento mareada”, dijo Dutima.

Mientras apoya a su hermana en todo lo que puede, se siente asombrada por la comunidad de apoyo que Kalindi ha logrado construir.

“Todos nos sorprendimos y asustamos cuando recibió el diagnóstico, pero ella ha creado una red increíble de amigos y vecinos que la están ayudando en cada paso”.

‘Cada persona maneja el cáncer de manera diferente’

Una de esas amigas es Mary Beth Graff, quien ella misma es sobreviviente de cáncer y conoce a Kalindi desde hace 15 años.

“Es como una hermana para mí”, dijo Graff, recordando lo amable que fue Batra cuando ella fue diagnosticada con cáncer de ovario en 2012.

“Fue muy solidaria. Es una gran oyente. Fue realmente desafiante. Mis hijos tenían solo 6 y 8 años. Siempre le digo que quiero estar para ella de la misma manera en que ella estuvo para mí”, comentó Graff.

Por eso, ha estado llevando a su amiga a salidas divertidas y distractivas como caminatas y un reciente viaje a un festival de girasoles.

Cada persona maneja el cáncer de manera diferente, explicó Graff.

Ha alentado a Batra a permitir que otros la ayuden.

Especialmente para una doctora que está acostumbrada a ser la sanadora, puede ser difícil ser la persona que necesita sanación.

“La he alentado a dejar entrar la luz y el amor. Ella ha pasado toda su vida haciendo eso por los demás”, comentó Graff.

“Algunas personas quieren privacidad y flores. Kalindi necesita un equilibrio entre tiempo a solas y tiempo con familia y amigos”, añadió.

A veces te sientes enojado por tu diagnóstico. A veces tienes miedo. A veces necesitas buscar a una amiga y simplemente llorar.

“Le compré un diario de duelo. Es útil hacer un chequeo diario y preguntarte: ‘¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué necesito?'”.

La Dra. Kalindi Batra con su amiga, Mary Beth Graff. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.
La Dra. Kalindi Batra con su amiga, Mary Beth Graff. Foto cortesía de Mary Elizabeth Graff Photography.

Una subida difícil, pero lo vamos a lograr

Vivir la quimioterapia es realmente difícil.

Batra es el tipo de persona que quiere enfrentar los desafíos difíciles y superarlos rápidamente.

“Quiero vencer esto y seguir adelante”, dijo.

Especialmente porque ha luchado tanto para recuperar su fuerza después de que el COVID prolongado la agotara, Batra se entristece al ver cómo un retroceso de salud la traiciona nuevamente.

“Esto ha sido un cambio radical en mi vida. Es el giro más grande que he experimentado, especialmente cuando te sientes tan fuerte y cuando he trabajado tan duro para acondicionar mi cuerpo y recuperar mi fuerza”.

La Dra. Kalindi Batra durante uno de sus viajes de mochilero con su hermana gemela. Ella levanta los dedos para marcar el número de pasos que han alcanzado exitosamente. Mientras Batra enfrenta el cáncer de mama triple negativo, está usando las lecciones de sus duras expediciones en la montaña. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.
La Dra. Kalindi Batra durante uno de sus viajes de mochilero con su hermana gemela. Ella levanta los dedos para marcar el número de pasos que han alcanzado exitosamente. Mientras Batra enfrenta el cáncer de mama triple negativo, está usando las lecciones de sus duras expediciones en la montaña. Foto cortesía de la Dra. Kalindi Batra.

“Y ahora, aquí vamos de nuevo”, dijo Batra.

Aún así, no tiene otra opción. Debe rendirse ante el cáncer. Y no puede acelerar este viaje.

Para inspirarse, Batra ha estado leyendo libros de supervivencia sobre personas que han estado atrapadas en el mar durante semanas o sobre aquellos que han soportado duras pruebas en la naturaleza.

Otras personas excepcionales que han sobrevivido la inspirarán.

“Creo que podemos aprender mucho de estas historias”, dijo Batra.

De pie al lado de su esposa, Salizar-Escobar está siempre disponible 24/7 para ayudarla a atravesar los momentos más difíciles de su camino.

“Estamos escalando ahora”, dijo Salizar-Escobar. “Requiere fuerza física y mental. Es una gran subida, pero lo vamos a lograr”.

About the author

Katie Kerwin McCrimmon is a proud Coloradan. She attended Colorado College thanks to a merit scholarship from the Boettcher Foundation and worked as a park ranger in Rocky Mountain National Park during summers in college.

Katie is a dedicated storyteller who loves getting to know UCHealth patients and providers and sharing their inspiring stories.

Katie spent years working as an award-winning journalist at the Rocky Mountain News and at an online health policy news site before joining UCHealth in 2017.

Katie and her husband, Cyrus — a Pulitzer Prize-winning photographer — have three adult children and love spending time in the Colorado mountains and traveling around the world.