
¿Y si aceptar y asumir el estrés y la ansiedad pudieran producir resultados positivos en nuestras vidas?
¿Qué pasaría si las preocupaciones y los miedos pudieran ayudarnos a tener más confianza, poder y productividad?
¿Si dejáramos atrás el mantra tan arraigado de “seguir nuestros instintos” podríamos acercarnos al éxito y la realización personal?
Durante los últimos 15 años, Rebecca Heiss oradora profesional, autora, educadora, emprendedora y fisióloga del estrés con un doctorado en biología evolutiva, ha estado en una misión “sin miedo” para desafiar la forma en que vemos la energía del estrés.
Heiss es la autora de Springboard e Instinct, fundadora y directora ejecutiva de la aplicación móvil de revisión de liderazgo de 360 grados, icueity.
Ella será la oradora principal del evento exclusivo de UCHealth dedicado a la salud de las mujeres, evrē, que se llevará a cabo el 8 de marzo en Denver, y durante el cual transmitirá su mensaje basado en cómo reconectar nuestros cerebros para alcanzar un cambio duradero.
El evento, que se pronuncia “every”, tiene como objetivo ayudar a las mujeres a llevar vidas más saludables. (Obtenga más información sobre evrē e inscríbase para asistir).
Heiss comparte su experiencia con UCHealth Today, mientras profundiza en cómo el estrés puede ser un componente importante para encontrar alegría y propósito en la vida. (Sus respuestas han sido editadas para mayor brevedad y claridad).
P: ¿En qué forma las mujeres afrontan el estrés de manera diferente a los hombres?
Heiss: Esto es fascinante. Como parte de mi investigación, una de las cosas que me llamó la atención fue que las mujeres tienen mucho más estrés que los hombres y lo gestionamos de manera diferente.
Las mujeres son mucho más propensas a acercarse y conectarse con otras mujeres. Nos acercamos a otras personas, a amigos y familiares para crear conexiones entre nosotras como una de las mejores formas de manejar el estrés.
Así que, aunque tenemos más estrés, las mujeres lo manejamos mucho mejor.
P: Háblenos un poco sobre por qué ‘confiar en nuestros instintos’ a veces impide alcanzar nuestras metas de vida.
Heiss: En el pasado, teníamos que confiar en nuestros instintos de lucha, huida o parálisis para mantenernos a salvo. Pero ahora, algunos de nuestros miedos nos impiden levantar las manos, ponernos de pie, seguir adelante, tomar riesgos que yo llamaría “buenos riesgos”. Me refiero a situaciones que no son de vida o muerte, sino que tienen que ver con perseguir pasiones y sueños. Quiero que las mujeres levanten la mano y digan: “Quiero ese ascenso”, o “Merezco que me paguen más”, o “Quiero más de la vida”.
Y todos nuestros instintos nos van a llevar a decir: “¡No hagas eso! Porque si lo haces, no vas a ser bien recibida”, o “Puedes fracasar”, o “Vas a crear una competencia entre otras mujeres”.
No estoy orgullosa de esto, pero como mujeres, nuestro primer instinto es mirar alrededor y decir: “Estas son mis competidoras. Es más joven. Es más bonita. Ella puede con esto”. En lugar de decir: “Estas son mis aliadas”.
Cuanto más conscientes seamos de estos instintos subconscientes que tenemos, más podremos procesarlos cognitivamente, superarlos y decir: “Esto no es un tigre, esta situación no me va a matar ni a comer, y estas viejas historias sobre otras mujeres ya no son ciertas ni productivas”.
Podemos esforzarnos y encontrar una manera de aplaudir a otras mujeres y apoyarlas para que podamos ascender juntas.
Para ello, debemos ser más astutas que nuestros instintos.
P: ¿Qué pueden hacer las mujeres para trabajar en favor de este cambio de mentalidad?
Heiss: No hay una solución fácil. Lamentablemente, nuestros cerebros no funcionan así. Es un proceso continuo y deberíamos entrenarnos conscientemente, hacer algunos ejercicios todos los días y cuestionarnos:
- ¿Por qué pienso así?
- ¿Qué es lo peor que podría pasar?
- ¿Qué es lo mejor que podría pasar?
- ¿Por qué siento esto por una persona en particular?
Es fácil caer en las trampas del instinto, por lo que cuanto más practiquemos la curiosidad, más natural se volverá.
Hablo mucho sobre nuestra respuesta al estrés y todos tenemos una respuesta singular: un corazón palpitante y una descarga de adrenalina, ya sea que nos esté persiguiendo un tigre o que tengamos 20 correos electrónicos que llegan a nuestra bandeja.
En cambio, pensemos en cómo usar esta energía para impulsarnos hacia algo en lugar de alejarnos de ello. Nuestros instintos querrán que evitemos las experiencias que podrían traernos fracaso y rechazo, pero tenemos que practicar cómo anular y sobrescribir esos instintos y seguir adelante.
Por ejemplo, pensar: “Tuve una respuesta de estrés y hoy no morí”.
Nuestro cerebro registra eso y nos volvemos cada vez más rápidas en este proceso. Al principio damos pequeños pasos y luego, cada día, las cosas pequeñas conducen a cosas más grandes.
P: ¿Cómo hablamos de cambiar la forma en que las mujeres afrontan el estrés sin que esto agregue más estrés a sus vidas?
Heiss: Se trata de replantear cómo interpretamos el estrés y comienza realmente en el corazón de cómo lo vemos, porque el estrés puede ser facilitador o incapacitante. Pero el estrés también puede señalarnos un propósito. Si te sientes estresada, significa que estás sintiendo algo que es valioso, algo que tiene un propósito, algo que es significativo.
A menudo pido a la gente que piense en un proyecto o un logro del que se sienta más orgullosa u orgulloso, y que luego retroceda en el tiempo hasta el momento en que estaba en medio de ese proyecto y hasta el nivel de estrés que sentía en ese momento.
No se trata de hacer más, sino de temer menos y decirnos a nosotros mismos: “No tengo por qué temer esto, puedo sentir curiosidad en este momento y canalizar esa energía de forma positiva para alcanzar mis objetivos en lugar de alejarme más de ellos”.
P: ¿A qué se refiere cuando habla de ‘no tener miedo’?
Heiss: ‘‘No tener miedo’’ no significa evadir que siente temor, sino que, a pesar de sentir temor, hacerlo de todos modos. Se trata de reconocer que cuando eliminamos el miedo al estrés, cuando dejamos de etiquetarlo como “bueno” o “malo”, podemos temerlo un poco menos. Se trata de afrontar una situación nueva que puede hacernos sentir incomodidad y, en lugar de temerla, podemos sentir curiosidad y hacer espacio para más experiencias.
Y cuando hacemos espacio para más, hacemos una pausa cognitiva para decir: “¿Necesito tener miedo en este momento?”.
En lugar de volver a nuestra respuesta instintiva, podemos decir: “Está bien, todavía tengo miedo, pero puedo actuar en este momento y saber que puedo crecer y, como mínimo, aprender de lo que estoy a punto de hacer”.

P: ¿Cómo podría apropiarse del temor?
Heiss: Intento practicar lo que predico. La gente me pregunta todo el tiempo: “¿Cómo es que no tienes miedo?”. No lo tengo. Tengo miedo todos los días, pero me hago las mismas preguntas que le hago a los demás:
- No es un tigre, ¿verdad?
- ¿Tiene algún significado para mí?
- Si lo tiene, ¿hacia dónde quiero dirigir mi energía?
Voy a tener alegría en el momento de intentar lograr cosas nuevas. Puede que no tenga éxito en todo lo que intente, pero el miedo no me impedirá intentarlo.
P: ¿Qué pasos concretos y sencillos pueden dar las mujeres para reconocer y superar el miedo?
Heiss: Lo que más miedo da es no dar un paso.
Es ese costo de la inacción, esos arrepentimientos y el hecho de siempre preguntarme qué podría haber pasado.
Mientras que, si estamos dispuestas a dar ese pequeño paso, se crea impulso. Basta con empezar a hacer algo de a poco. Si quieres escribir un libro, comprométete a escribir una frase y luego observa qué desencadena en tu cerebro. ¿Un poco de estrés? Tal vez, pero junto con él, una dosis de dopamina, una hormona de la felicidad que puede ser adictiva, y queremos más de ella.
Si damos estos pasos, se acumulan y acumulan, y de repente, hemos escrito algunos párrafos que se convierten en páginas que forman capítulos. Tu cerebro odia tener cosas sin terminar, así que cuando empezamos de a poco, incluso en la dirección equivocada, nos adaptamos, nos movemos, tomamos otra trayectoria y finalmente nos acercamos a nuestra meta.

P: ¿Qué consejo le daría a su yo más joven?
Heiss: Le habría dicho que dejara de hacerme la enferma, que dejara de jugar a lo seguro y que dejara de tomarme tan en serio. Ya lo descubrirás si fracasas, si te rechazan, simplemente hazlo.
Tienes una vida salvaje y preciosa, y debes vivirla primero, por ti misma. Con mucha frecuencia intentamos complacer a nuestros padres, a nuestras parejas, a nuestros jefes, a nuestros amigos, y nos olvidamos de complacernos a nosotras mismas.
Así que probablemente le diría a mi yo más joven: “Oye, conócete a ti misma. Y confía en ella de verdad, cuídala, ámala”.
P: ¿Algunas palabras de sabiduría para las mujeres que estamos a punto de empezar un nuevo año?
Heiss: Tómate un tiempo para analizar tu año pasado y los momentos en los que tuviste más alegría en tu vida.
- ¿Quién estaba contigo?
- ¿Qué acciones estabas llevando a cabo?
- ¿En qué entorno estabas inmersa?
Tómate un tiempo este año para incluir más de esos momentos en tu vida. Prográmalos. Porque la vida se va a planificar por nosotras mientras estemos ocupadas.
Y si no somos intencionales en cuanto a la forma en que encontramos alegría, amor, risa, compañía y las cosas que nos brindan más placer, pronto nos encontraremos año tras año con cada vez menos de eso, así que sé intencional en cuanto a reservar espacio para esas cosas.