Mejore su memoria: el papel del sueño y el ejercicio en el desarrollo de la memoria

Aprenda cómo el sueño y el ejercicio ayudan a desarrollar la memoria. Fortalezca la formación de la memoria con estos consejos y mejore la capacidad de recordar.
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Dormir bien y hacer ejercicio con regularidad pueden ayudar a fortalecer la memoria. Foto: Getty Images.
Dormir bien y hacer ejercicio con regularidad pueden ayudar a fortalecer la memoria. Foto: Getty Images.

Desde atarse los cordones de los zapatos y cocinar la cena hasta conducir al trabajo y leer un libro, la memoria juega un papel importante.

“La memoria nos informa sobre cómo ajustar nuestro comportamiento a las actividades y eventos actuales: dónde encuentrar comida, no tocar objetos calientes, esta persona es amiga mía”, dijo el Dr. Brian Harrington, especialista en medicina familiar en Steamboat Springs y miembro del equipo médico de UCHealth Yampa Valley Medical Center. “La memoria es crucial para la supervivencia”.

Información básica sobre la memoria

El proceso de formación y almacenamiento de recuerdos implica cuatro actividades distintas: percibir, codificar, retener y recuperar. En cada etapa intervienen diversas partes del cerebro.

“Es complejo. Se puede recordar un hecho, una acción, una respuesta emocional”, afirmó Harrington. “Las lesiones o enfermedades que afectan a ciertas partes del cerebro pueden afectar aspectos de la formación y recuperación de la memoria”.

Existen varios tipos de memoria. Por ejemplo, la memoria a corto plazo retiene información durante unos segundos o minutos, como un número de teléfono. La memoria a largo plazo puede retener información durante años, como a qué escuela se fue.

La memoria no es estática, sino que puede cambiar con el tiempo. Incluso el proceso de recuperación de recuerdos puede alterarlos.

“Algunos enfoques de psicoterapia consisten en recuperar recuerdos y modificarlos para que dejen de desencadenar una respuesta emocional debilitante”, explicó Harrington.

Fortalecimiento de la memoria

Si bien las personas forman recuerdos de forma natural, también pueden trabajar para mejorar su construcción y retención.

Por ejemplo, cuando se involucran más sentidos al percibir un evento, como el olfato, el gusto y el tacto, es más probable que recuerde los detalles. La conexión emocional y el significado personal también pueden añadir peso a los recuerdos.

Al intentar recordar algo, preste toda tu atención y elimine las distracciones, especialmente los teléfonos.

“Nuestro mundo tiene más distracciones que nunca”, dijo Harrington. “Al intentar aprender algo, no deberíamos estar usando nuestros teléfonos”.

Trucos como las visualizaciones, dividir la información en pequeños fragmentos, usar una regla mnemotécnica (técnica basada en asociar un dato o información compleja con algo más fácil de recordar) y cantar, pueden ayudar a consolidar un recuerdo.

No olvide repasar en sus pensamientos el recuerdo o información.

“Suelo decir que la repetición es la clave del aprendizaje en personas adultas”, dijo Harrington.

También es importante mantenerse organizado. “La desorganización dificulta recordar cosas”, dijo Harrington. “Cuando está organizado, cuanto más patrones haya y menos aleatorias sean las cosas, más probabilidades tendrá de recordarlas”.

Estilos de vida como deficiente calidad del sueño afectan la memoria 

La salud general juega un papel importante en la memoria. De hecho, uno de los más altos factores de riesgo para el desarrollo de demencia con el paso de los años, son los problemas crónicos para dormir.

“Me sorprende que, con frecuencia, entre las principales medidas para mejorar la memoria se encuentran el ejercicio diario y un buen descanso”, dijo Harrington.

La interacción social está estrechamente relacionada con una mejor cognición y memoria, e incluso la dieta puede influir.

“Existen teorías que sugieren que ciertos alimentos podrían ser beneficiosos para la memoria, por ejemplo, los flavonoides que dan color a las frutas y verduras”, dijo Harrington.

Las drogas, el tabaco y el consumo regular de alcohol pueden ser perjudiciales para la memoria, mientras que los problemas de salud crónicos también pueden tener un impacto negativo.

“Con la enfermedad vascular, el mismo proceso afecta las arterias del cerebro y también puede afectar la salud cerebral”, dijo Harrington. “Cuidar problemas como la hipertensión, el colesterol y la diabetes es importante para la memoria a largo plazo”.

Si bien el estrés puede dañar la memoria, prácticas como la meditación y la oración pueden ayudar a reducir el estrés, aumentar la atención y mejorar la salud del cerebro.

Su cebrero: Úselo o piérdalo

A medida que las personas envejecen, el cerebro comienza a encogerse ligeramente, pero eso no significa que las personas adultas mayores pierdan la capacidad cognitiva. La edad por sí sola no determina la salud de la memoria.

“En una persona sana, su memoria se mantendrá muy fuerte hasta bien entrados los setenta y más”, afirmó Harrington. “Algunos estudios demuestran que ciertas personas de 80 años pueden desempeñarse tan bien como las de 20”.

Aprender un nuevo idioma o habilidad, resolver rompecabezas u otras tareas interesantes, e incluso viajar, pueden contribuir a la salud cerebral.

“Si mantiene su cerebro activo, estimulado e involucrado en el mundo que le rodea, se produce un menor deterioro de las conexiones dendríticas entre las células”, afirmó Harrington. “Como cualquier otra parte del cuerpo, si no la usa, lo pierde”.

Este artículo fue publicado originalmente en Steamboat Pilot.

 

 

About the author

Susan Cunningham lives in the Colorado Rocky Mountains with her husband and two daughters. She enjoys science nearly as much as writing: she’s traveled to the bottom of the ocean via submarine to observe life at hydrothermal vents, camped out on an island of birds to study tern behavior, and now spends time in an office writing and analyzing data. She blogs about writing and science at susancunninghambooks.com.